viernes, 6 de julio de 2012

EL JUICIO A LA CÚPULA DE BFA-BANKIA REALZA LA NECESIDAD DE UNA BANCA PÚBLICA BAJO CONTROL DEMOCRÁTICO

Comunicado de la Plataforma por la Nacionalización de las Cajas y por una Banca Pública
La Audiencia Nacional ha admitido la querella contra los integrantes de los consejos de administración de Bankia y su matriz, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), porque ve indicios de delito en su actuación. Esta medida da la razón a quienes llevamos tiempo denunciando lo que estaba sucediendo en Bankia (y en todo el sector financiero). Deben depurarse las responsabilidades pertinentes de todos los que han capitaneado las entidades financieras, y Bankia sólo debería ser el principio. Además, el juicio es una ocasión para plantear una alternativa que resuelva el problema de raíz y evitar que vayamos de crisis en crisis para que, al final,”paguen el pato” los de siempre.
La Plataforma denunció hace ya más de un año que la creación del BFA y de Bankia era una operación desastrosa, que sólo perseguía la privatización y bancarización definitiva de Caja Madrid y el resto de las cajas implicadas.
También pusimos en evidencia que su salida a Bolsa se hacía con una información contable que trataba de ocultar la realidad de la entidad, que ya entonces estaba en una situación de quiebra (ver informe1). Los hechos han demostrado que teníamos razón, pero la consultora privada que elaboró el informe, Deloitte, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, dieron por buena la contabilidad de la entidad y permitieron su salida a Bolsa. Sin su respaldo esta situación jamás se hubiera podido producir.
Igualmente, hace meses denunciamos que BFA-Bankia tenía ayudas públicas del Estado por importe de más de 30.000 millones y préstamos del Banco Central Europeo por importe de 40.000 millones de euros. A esa enorme cantidad, se sumarán los 19.000 millones de euros pedidos por el nuevo Consejo de Administración.
Las intenciones del gobierno actual, y del anterior, del Banco de España, y de las sucesivas directivas de BFA-Bankia no es otra que la privatización de una entidad que supone un 10% del sistema financiero estatal, con unos 165.000 millones de euros en depósitos de ciudadanos. Pero para que esta operación saliese bien había que garantizar que las deudas incobrables acumuladas durante años de especulación e inversión en proyectos ruinosos para la sociedad (aunque muy rentables para unos pocos), se “saneasen” con dinero público.
Sin embargo, el agujero en las cuentas de la entidad es de tal calado que no han encontrado la forma de hacer eso discretamente. Han tenido que nacionalizar parcialmente la entidad para evitar su quiebra y van a tener que seguir inyectándole enormes sumas de dinero público si quieren sanearla definitivamente. Y, claro, es muy difícil explicarle a millones de ciudadanos, mayoritariamente trabajadores, que ven cómo la sanidad, la educación y los servicios públicos se recortan drásticamente pero hay miles de millones para los bancos.
Y, como ha denunciado nuestra plataforma desde el primer día, la situación de BFA-Bankia es, en lo fundamental, la de todo el sistema financiero que tiene más deudas, tras años de especulación, que recursos para pagarlas y que si no está definitivamente en quiebra es porque está recibiendo enormes sumas de dinero público del Estado o del Banco Central Europeo. De hecho, al rescate a Bankia le ha seguido el del conjunto del sector financiero. Todos los directivos y grandes accionistas de los bancos y cajas deberían sentarse en el banquillo de los acusados y asumir sus responsabilidades.
En consecuencia, la Plataforma quiere manifestar en relación a BFA-Bankia lo siguiente:
- Que la Audiencia Nacional investigue hasta las últimas consecuencias la actuación de los directivos de BFA-Bankia y de las entidades responsables de su supervisión (Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores).
- Que se reviertan todas las medidas legales que han abierto la puerta a la privatización-bancarización de las Cajas, y que han alentado esta desastrosa situación.
- Que se proceda a la nacionalización integral y permanente de BFA-Bankia y de las cajas que integrantes, para convertirlas en el primer banco de la nueva Banca Pública. A la hora de efectuar la nacionalización se debe tener en cuenta tanto el valor de mercado de la entidad como las deudas que acumula, para proteger los intereses de los contribuyentes y de los impositores de la entidad. Los primeros que deben hacer frente a las deudas de la entidad son sus accionistas. No obstante, deben apoyarse todas las reclamaciones ante la justicia de aquellos ciudadanos que han sido engañados para que adquirieran participaciones preferentes y otros productos financieros de riesgo, para que puedan recuperar su dinero.
- Que se realice una auditoría por técnicos de la administración del Estado y del Banco de España, que no hayan formado parte de los consejos de administración de las entidades financieras, para que emitan un informe público y redactado de forma entendible por toda la ciudadanía, que nos permita saber cuál es la situación real de la entidad. La auditoría debería alcanzar a todas las empresas integrantes del grupo BFA-Bankia, y a las grandes empresas beneficiarias de créditos de la entidad. A partir de ahí, se puede establecer qué deudas hay que pagar y que deuda debe ser considerada ilegítima, así como la cuantía.
- Que se paralicen todos los procesos de desahucios que afecten a familias con dificultades para hacer frente al pago de su primera vivienda, integrando sus viviendas en un parque público y que sigan viviendo en ellas a cambio de un alquiler mensual acorde con sus posibilidades.
- Que se condonen todas las deudas hipotecarias de familias desahuciadas, aplicando la dación en pago con carácter retroactivo.
- Que todo el parque de viviendas y suelo de la entidad se incorporen a un parque público de vivienda en régimen exclusivo de alquiler a precios realmente asequibles, que permita el cumplimiento del derecho a vivienda para todos.
- Que todas las participaciones en empresas de la entidad se transformen en participaciones públicas en las mismas, en compensación por las ayudas públicas que está recibiendo la entidad, que, a su vez, dejaría de actuar como accionista en empresas.
- Que se intervengan todas las cuentas de entidades que formen parte del grupo BFA-Bankia en paraísos fiscales, para su repatriación y posterior cierre. La banca pública no podrá abrir sucursales en paraísos fiscales.
- Que la entidad recupere su vinculación territorial, pasando su actuación a estar coordinada con las diferentes administraciones, formando parte de sus planes de desarrollo económico y social. Su prioridad será que los ahorros de la sociedad se gestionen en beneficio de la sociedad, con criterios de eficiencia económica y social. El desarrollo del sector público en todos los terrenos, desde los servicios sociales a la industria, pasando por la sanidad y la educación, debe ser constituirse en el motor decisivo para alcanzar el pleno empleo, digno y de calidad, y para un desarrollo económico que no expolie y agote los recursos naturales. Para ello es imprescindible una fuerte banca pública.
- Que la Obra Social, cuya utilidad social quede acreditada, se incorpore mediante un proceso adecuado a los servicios sociales de las diferentes administraciones.
- Que se garanticen unas buenas condiciones a todos aquellos trabajadores y trabajadoras que tengan domiciliada la nómina en la entidad.
- Que se habilite una línea de crédito en una cuantía suficiente para pequeñas y medianas empresas.
- Que cese el despido de trabajadores y trabajadoras, tanto de la parte financieras como de su Obra Social y fundaciones. Es necesario defender los puestos de trabajo, en condiciones dignas, además de que existan medios para una atención adecuada a los impositores de la entidad.
- Que se establezca una nueva estructura de dirección realmente democrática a partir de los siguientes criterios:
- Elección democrática y transparente de todos los integrantes de la misma.
- Limitación drástica de los salarios de todos los directivos al salario de un trabajador público equivalente.
- Prohibición de formar parte de la dirección a cualquier persona que haya formado parte de los consejos de administración de otras entidades financieras durante los últimos 10 años.
- Limitación drástica de mandatos. Nadie podrá integrar los consejos de administración de la entidades más de 4 años consecutivos.
- Obligación de rendir cuentas anual y públicamente, en los parlamentos de las diferentes comunidades y central, en un lenguaje accesible para todos los ciudadanos.
Finalmente, la situación de Bankia no puede resolverse de forma aislada del resto del sector financiero y del conjunto de la economía. Debe auditarse el conjunto del sector financiero con los criterios que reclamamos para BFA-Bankia, y dejar de tirar dinero público a un pozo sin fondo y sin contrapartidas reales.
El conjunto de las antiguas cajas, que suponen la mitad del sistema financiero estatal, deben ser nacionalizadas, no para volver a funcionar como lo hacían las cajas y aún menos para sanearlas y luego regalárselas a los bancos privados, sino para que funcionen como una verdadera banca pública, controlada democráticamente y con una finalidad social.
La banca privada no está mejor que las antiguas cajas y también está recibiendo miles de millones de euros en ayudas, por lo que estas ayudas deben dar lugar a la entrada de representantes públicos en sus órganos de gestión.
Las medidas antes expuestas deben generalizarse al conjunto del sector financiero puesto que, al fin y a la postre, lo que hace es administrar los ahorros de la sociedad. Igual que no queremos dejar en manos privadas la gestión de la sanidad o la educación, no podemos dejar en manos privadas la gestión de nuestros ahorros, pues esta crisis ha demostrado que la gestión en busca del “máximo interés privado” se acaba convirtiendo en el “máximo desastre social”.
Finalmente, el caso de Bankia saca a relucir las equivocaciones de la propia izquierda sindical y política cuando una mayoría de sus direcciones ha respaldado la privatización de las cajas y la gestión de estos años pasados. Es necesario depurar todas las responsabilidades y cambiar drásticamente de política. Llamamos a todos los sindicatos y partidos de la izquierda, y al resto de los movimientos sociales a que respalden, difundan estas propuestas y movilicen en su apoyo, como parte imprescindible de una política alternativa a los recortes de derechos que sufrimos.

sábado, 26 de mayo de 2012

ERA PEOR DE LO QUE IMAGINÁBAMOS...

Hace exactamente dos semanas, el Ministro de Economía Luis de Guindos cifró en 15 mil millones la cuantía total de ayudas públicas que el sistema bancario español precisaba en el marco de la cuarta (y no última) reforma del sistema financiero español.
El Gobierno ha vuelto a batir el record de velocidad en desmentirse a sí mismo después de la reunión del Consejo de Administración de BFA-Bankia el 25 de mayo. El "aquelarre" con participación variada de sensibilidades políticas y sindicales en su seno, reformuló las cuentas de Bankia del ejercicio 2011 que pasaron de reflejar 309 millones de beneficio a reconocer pérdidas superiores a los 3 mil millones. A continuación cifró en más de 19 mil millones de euros las necesidades inmediatas de capital público para reestablecer el equilibrio además de los 4.465 millones de euros ya convertidos en capital de BFA.

¿Descubrieron estas desviaciones "Goiri" y sus nuevos nombramientos en la última semana? Descarten ustedes esa clarividencia. La realidad de la entidad era conocida por el Consejo de Administración, por el Banco de España y por el Gobierno español al cual pertenece ese que debía estar "en el guindo" cuando afirmaba que la totalidad de ayudas públicas para el sector ascenderían a 15 mil millones de euros... Van 23 mil millones solo en esta operación a los que hay que sumar los quebrantos de Cataluña Caixa, Novogalicia Banco y Banco de Valencia en próximas fechas.

Nos mentían hace dos semanas y con toda seguridad nos mienten hoy al establecer las dimensiones del actual agujero económico del sistema bancario.

¿Sería exagerado considerar que no nos debe bastar a los ciudadanos con la dimisión de los Consejos de Administración que se han producido a continuación del anuncio de la "pequeña desviación"?

Era peor de lo que imaginábamos... No la quiebra del sistema bancario que, al menos desde la Plataforma para la Nacionalización de las Cajas de Ahorros tenemos claro, sino la desverguenza que nuestros irresponsables políticos demuestran semana a semana.
 
 
 
Carlos Sánchez Mato

martes, 8 de mayo de 2012

Banco Financiero y de Ahorros- Bankia: Crónica de una caída anunciada

COMUNICADO

Plataforma por la nacionalización de las cajas de ahorro y por una banca pública


Hay que nacionalizar las cajas y sus bancos participados para crear una banca pública potente

El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha anunciado la presentación inmediata de un Real Decreto para el saneamiento del sistema financiero con el que “pretende resolver los problemas de las entidades financieras y despejar todas las dudas sobre su solvencia”.  Al mismo tiempo, el actual Presidente del Banco Financiero y de Ahorros y de su filial, Bankia, Rodrigo Rato ha dimitido y se ha filtrado que la entidad que se encuentra en una crítica situación, recibirá una inyección de dinero público que puede alcanzar los 10.000 millones de euros en forma de bonos contingentes convertibles. 
Ante esta situación, la Plataforma por la nacionalización de las cajas de ahorro quiere decir lo siguiente:
  1. Se anuncia una nueva solución definitiva para las entidades financieras españolas, tres meses después de un Real Decreto que decía resolver la totalidad de los problemas existentes. Nuestra Plataforma ya denunció en febrero de este año que la reforma planteada era absolutamente insuficiente para afrontar la insuficiencia de capital de bancos y cajas de ahorros. Al menos esta vez el Gobierno no puede evitar reconocer que existirá coste económico para los ciudadanos. Es evidente que esta nueva fase de la reforma financiera va a requerir ingentes cantidades de dinero público.
  1. La nueva inyección, que puede alcanzar los 10.000 millones de euros —mientras se recortan miles de millones en la Sanidad y la Educación públicas— en bonos contingentes convertibles en el Banco Financiero y de Ahorros volverá a ser insuficiente. La entidad precisa de una profunda recapitalización, es decir, aportación de fondos no reembolsables con derechos políticos. Rechazamos la emisión de títulos de deuda que solamente se convertirían en acciones en el caso de que los niveles de solvencia se sitúen por debajo de un umbral previamente fijado. La utilización de este mecanismo es únicamente un intento de maquillar ante las autoridades europeas las ayudas públicas que precisa. Esta enorme cantidad de fondos se sumará a los 4.465 millones de euros en participaciones preferentes convertibles ya suscritas por el FROB, a los más de 28.000 millones de euros de emisiones de la entidad avaladas por el Tesoro Público y a una idéntica cantidad prestada por el Banco Central Europeo.
  1. El estallido del Banco Financiero y de Ahorros pone una vez más de manifiesto la vergonzosa actuación del Banco de España que ha consentido la ocultación de datos por parte del Consejo de Administración y el retraso en la publicación de sus resultados sin intervenir como era su obligación. El organismo supervisor ha vuelto a demostrar de forma palmaria su incapacidad a la hora de solucionar el problema de fondo de las entidades financieras.
  1. Así mismo, hay que denunciar la necesaria colaboración de Agencias privadas como Deloitte que certificaron con su informe la buena situación de Bankia cuando salió a Bolsa.
Ante todo lo anterior exigimos al Gobierno de la nación:
  1. La inmediata conversión en capital de las participaciones preferentes ya suscritas por el FROB como contempla el decreto de constitución del propio Fondo y la actuación responsable del Estado desde la propiedad con vocación de permanencia. El Estado tiene la obligación de nacionalizar de forma inmediata el Banco Financiero y de Ahorros y Bankia, y gestionar las entidades de forma directa. Las propias normas del FROB recogen esa posibilidad en caso de que las circunstancias lo hagan necesario y no es posible imaginar que existan hechos más graves que los que han dado lugar a la actual situación.
  1. Que toda inyección de dinero realizada a partir de este momento en BFA-Bankia o en cualquier otra entidad que precise de dinero público, se transforme en acciones con derechos políticos.
3.     La oportuna depuración de responsabilidades que alcance a los directivos que con su gestión han situado a la entidad al borde del abismo. Se han comprometido más de 60 mil millones de euros de dinero público para salvar a esta entidad financiera y el Presidente dimisionario plantea el nombramiento de su sucesor al resto del Consejo de Administración, un “gestor” que se jubiló con 52 millones de euros del BBVA, que es corresponsable de la desastrosa situación del conjunto del sistema financiero español y que sólo rubrica que se pretende pagar las deudas con dinero público para, posteriormente, entregar definitivamente Bankia a manos privadas. Lo adecuado desde un Código de Buenas Prácticas es que todos los que han coadyuvado para llegar a la actual situación fueran inhabilitados para ejercer cargos de responsabilidad en entidades financieras.
Siendo gravísima la situación patrimonial de BFA-Bankia, sería una simplificación interesada pensar que esta entidad (el 10% del sistema financiero español) es la única causa de la desconfianza que planea sobre el sistema bancario español. A estas alturas es evidente que BFA-Bankia no es la excepción sino un claro exponente de la situación de quiebra general de las entidades financieras del país que solamente se sostienen por la intervención pública en forma de inyecciones de capital directas, avales o financiación blanda procedente del Banco Central Europeo.
Por todo lo anterior, la propuesta de una banca pública bajo control democrático y gestionada con transparencia, creada mediante la nacionalización de las cajas de ahorro, no es una de las opciones posibles para resolver la actual crisis. Es la única solución porque es imposible la movilización de fondos privados en la cuantía necesaria para recapitalizar las entidades financieras españolas. Cada vez más son las voces que reclaman la nacionalización de las cajas. Ya es hora de que todas las fuerzas políticas, sindicales y sociales, respalden y llamen a la movilización con decisión a favor de esta reivindicación, que es una de las condiciones imprescindibles para detener y revertir la política de recortes de plantillas, salarios y servicios públicos. De lo contrario, lo que se está haciendo no es salvar a los bancos sino salvar a los “banqueros”, pagando sus deudas con dinero de todos y dejándoles la gestión de los ahorros de la sociedad para que puedan seguir amasando grandes fortunas con ella. Hace falta el coraje político y la visión a largo plazo necesarios  para abordar la reconversión del sector, sanear sus balances, administrar el stock de viviendas adjudicadas de forma socialmente responsable y cumplir el objetivo primordial de su existencia: canalizar el ahorro hacia la inversión , el desarrollo de los servicios públicos (sanidad, educación, servicios sociales, etc) y el empleo en lugar de alimentar burbujas especulativas que únicamente conducen a ilusorias y temporales mejoras de bienestar.
SI NOSOTROS PAGAMOS, NOSOTROS DECIDIMOS

lunes, 26 de marzo de 2012

La operación de conversión de preferentes y deuda subordinada: Otra salida en falso a la insolvencia del Banco Financiero y de Ahorros

 
El Banco Financiero y de Ahorros necesita capital de forma imperiosa. Dada su incapacidad para captarlo en los mercados, ha optado por convertir parte de la deuda que tiene en su balance en capital. Según el hecho relevante publicado el 15 de febrero de 2012,  canjeará hasta un importe de 1.277 millones de euros a poseedores de preferentes y deuda subordinada por acciones de su filial Bankia. En síntesis, se trata de mitigar los gravísimos problemas de BFA (el “banco malo”) pasándole parte de esos pasivos a los que no puede hacer frente a su filial Bankia para convertirlos en capital.

En definitiva, empieza un nuevo capítulo en el inevitable naufragio del Banco Financiero y de Ahorros aderezado con los mismos ingredientes que los anteriores: Directivos negligentes que intentan solucionar el déficit de capital utilizando maniobras propias de trileros, auditores (Deloitte) que certifican cuentas en las que se disimulan agujeros económicos de miles de millones de euros y entidades supervisoras (Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores) que no cumplen con su labor de velar por ahorradores e inversores.

Carlos Sánchez Mato